La Lengua de Signos Española (LSE) es un sistema de comunicación visual que permite a las personas sordas interactuar, expresarse y participar activamente en la sociedad. Aunque a menudo se pasa por alto, la LSE cuenta con su propia gramática y reglas, lo que la convierte en un idioma completo y estructurado.. A continuación, exploramos algunas curiosidades que quizás no conocías sobre la LSE:
1. NO ES UNIVERSAL
Uno de los mitos más comunes es pensar que existe una única lengua de signos en todo el mundo. Sin embargo, cada país, e incluso regiones dentro de los países, pueden tener su propia lengua de signos. En España, la LSE es la lengua utilizada por la mayoría de las personas sordas, aunque también existe la Lengua de Signos Catalana (LSC) en Cataluña. Al igual que con los idiomas hablados, las lenguas de signos difieren en vocabulario, gramática y expresión.
2. GRAMÁTICA VISUAL Y ESPACIAL
A diferencia de los idiomas hablados, donde el tono de voz y la entonación juegan un papel crucial en el significado de las palabras, la LSE es puramente visual y se basa en el espacio y el movimiento. Esto significa que aspectos como la posición del cuerpo, la dirección de las manos, las expresiones faciales e incluso la orientación del signo en el espacio pueden cambiar completamente el significado. ¡Es un idioma tridimensional!
3. ICONICIDAD: ALGUNAS PALABRAS SE PARECEN A LO QUE REPRESENTAN
Un aspecto fascinante de la LSE es que algunos signos son «icónicos», es decir, imitan la forma o acción de lo que representan. Por ejemplo, el signo para «cortar» puede parecerse al gesto de usar unas tijeras. Sin embargo, no todos los signos son icónicos, y muchas palabras, como en cualquier idioma, no tienen una relación directa entre el signo y el concepto.
4. LAS EXPRESIONES FACIALES SON PARTE DEL LENGUAJE
En la LSE, no solo las manos cuentan. Las expresiones faciales y el movimiento de las cejas, ojos y boca son esenciales para transmitir emociones, preguntas o énfasis. Por ejemplo, levantar las cejas puede indicar una pregunta, mientras que fruncir el ceño puede añadir énfasis a una afirmación.
5. LAS LENGUAS DE SIGNOS TAMBIÉN EVOLUCIONAN
Al igual que los idiomas hablados, las lenguas de signos cambian con el tiempo. Nuevos términos se introducen para reflejar avances tecnológicos, cambios sociales o influencias de otras culturas. Por ejemplo, con el auge de las redes sociales, se han creado signos específicos para «Facebook», «Instagram» o «WhatsApp». Además, al igual que en los idiomas hablados, existen dialectos dentro de la LSE, lo que significa que una persona que usa la LSE en una parte de España puede tener signos diferentes de otra en otra región.
¿CÓMO PUEDE AYUDARTE MENTIONA?
Si te apasiona la inclusión y quieres aprender la Lengua de Signos Española, Mentiona ofrece formación subvencionada por el Servicio Público de Empleo del Principado de Asturias, SEPEPA, que se adapta a tus necesidades. Con profesionales especializados y programas diseñados para promover la integración laboral y social, nuestro curso te ayudarán a desarrollar las competencias necesarias para comunicarte eficazmente en LSE. Además, este conocimiento es cada vez más valorado en el ámbito laboral, especialmente en sectores como la educación, atención al cliente y administración pública.
¿Te gustaría ser parte de este movimiento hacia una sociedad más inclusiva?
¡Infórmate y empieza tu camino con Mentiona hoy mismo!